Hola.
He tenido un par de días complicados y no he podido colgar mi foto diaria, pero ya veo que los seguidores crecen y me motivan a tener continuidad, lo cual agradezco. Estoy en Lima, Perú, es uno de los sitios donde me gusta acabar con mis ya cansados huesos, no en vano llevo casi un mes de viaje, y me gusta, no solo por las buenas amistades que tengo, también y principalmente por su gastronomía. Lima no es que sea una ciudad muy bonita, de hecho la llaman, "Lima la fea" y tiene su explicación. Aquí nunca llueve y es por este motivo que las casas no tienen tejados, es decir, casi todas acaban con una terraza o con una solera de construcción, como si la casa estuviera a medio terminar, es por esto que cuando llegas a Lima y miras desde el avión, da la sensación de que llegas a una ciudad en “guerra” y sinceramente no es muy bonita vista desde el cielo, a esto también contribuye el paisaje cuasi desértico de los alrededores. Pero a pesar de todo, Lima, es una ciudad con un casco histórico bastante cuidado, donde su principal atractivo son sus balcones de la época colonial que son realmente pequeñas obras de arte y que por el peculiar clima de Lima se mantienen en relativo buen estado, esto les ha valido que sea declarada patrimonio histórico de la humanidad por la UNESCO. También está la zona de "Barranco", con sus callecitas estrechas, su mirador y su estatua en recuerdo de una de las grandes divas de la canción peruana; Chabuca Granda, junto al puente de los suspiros, una zona que es bastante agradable de recorrer y donde se encuentra el “Tío Mario” un restaurante que ha crecido conmigo. Cuando yo empecé a venir a Lima, hace ya 8 años, como pasa el tiempo, estaba ubicado en una casita pequeña y el restaurante era un bajo con apenas 7 u 8 mesas, una cocina y un único baño. La primera vez que me llevo mi buen amigo Lucio, me dio cierto reparo, pero cuando viajas mucho, hay una máxima que seguir, lo mismo lo habéis oído, dice; “Come cuando puedas comer y bebe cuando puedas beber porque no sabes cuando será la próxima vez que puedas hacerlo”, en realidad también incluye lo referente a las necesidades corporales, pero no quiero ser muy escatológico. A lo que íbamos, Ahora dispone de un restaurante construido en madera y cristal de tres plantas y en el que ciertos días, hay incluso que hacer cola para comer. Cual es su secreto, os digo; “Anticuchos, picarones y chicha morada”. Os explico, los anticuchos es el corazón de vaca, servido en 3 pequeños trozos pinchados en un palito, a modo de brocheta, los picarones son, por su forma, como si fuera un calamar a la romana muy grande, pero en realidad es una especie de rosquilla hecha de camote (batata o boniato) y servida mojada en miel de caña, de “chancaca” y la chicha morada, que debe su nombre a su color, es una bebida hecha de maíz morado, una variedad que en España no conocemos, es sin alcohol y es algo dulce, a mi me gusta. Aunque como en todas las ciudades de esta parte del mundo, el atractivo turístico número 1 es un centro comercial, Larcomar, orgullo Limeño. Es un centro comercial colgado del farallón de Lima desde el que se ve perderse en el horizonte al Pacífico. Pero no deja de ser un centro comercial. Os podría hablar también, de lo bien que se come en; “Rafael, Astrid y Gastón, La Rosa Náutica, Cala, Las brujas de Cachiche, etc..” pero esto ya lo encontráis en cualquier guía. Lo bueno de Lima es que puedes comer en casi cualquier sitio con buena calidad, pero a mi, lo que realmente me pierde es el ceviche, mañana, os hablo de esto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario