27 de febrero de 2009, 20:00h. Lima, Perú.


Hola:
Bonita hoy la foto ¿verdad? era para contrarrestar un poco la de ayer que no hacía mucha justicia de Lima. En esta se puede apreciar el restaurante "Tío Mario" con el puente de los suspiros a un lado. Os comentaba ayer lo del ceviche peruano, en si es algo fácil de hacer, no para un completo cero a la izquierda en la cocina como yo, pero si para alguien con cierta maña, os escribo la receta clásica:

INGREDIENTES receta:
1 k. de pescado fileteado y limpio (sin espinas).
3 dientes de ajo molidos o chancados.
2 cucharadas de ají verde molido.
15 limones.
Culantro.
Perejil.
Pimienta.
Sal.
Ají de montaña picado.

PREPARACIÓN:
El pescado de corta en forma de dados de 1 1/2 cm. aprox. Se pone en una fuente y si el pescado está verdaderamente fresco, es mejor no sumergir los dados en agua con sal. Se recomienda remojarlos para limpiar las impurezas (se le puede agregar un poquito de leche). Luego se le agrega los dientes de ajo molidos o chancados, pimienta y las dos cucharadas de ají verde molido y se revuelve todo. En la fuente y con el pescado bien saturado de sabor del ajo, el ají y la pimienta, se exprimen 12 limones. Se remueve con una cuchara de palo y de deja reposar de 10 a 15 minutos (mientra más fresco sea el pescado, mas rápido se cocinara) y se echa sal. Luego se pica perejil y culantro y se cubre el pescado con la cebolla, adornándolo con ají de montaña picado a rajas de rocoto al gusto. Finalmente, se espolvorea rápidamente encima de la cebolla un poco mas de sal y se exprimen el resto de los limones. Se sirve rápido, pues el cebiche se pasa enseguida. Se adorna con lechuga, camote (batata) asado o sancochado y también dos choclos (jojoto (es maíz)).Nota; El ají verde es un ají grande (aprox.10 cm) de color naranja y el ají de montaña es un ají pequeño de aproximadamente 4 o 5cm. y que puede ser rojo, verde, etc.

Bueno, pues a ver si os atrevéis y me contáis que tal, a mi me encanta, de Lima salgo siempre con un par de kilos mas, en fin, uno tiene que tener sus buenos ratos también, aunque solo sean gastronómicos.

En el bajo de está casa se encontraba el Tío Mario.

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